1.- SOCIALIZACION :
En este caso,
al hablar de subjetividad lo que estamos es determinando que el concepto que
estamos tratando también puede contemplarse desde el punto de vista de cómo el
individuo en particular reacciona y actúa como respuesta a la propia sociedad.
En otras
palabras, la socialización implica hacerse conciente del entramado social que
rodea a cada uno. Este aprendizaje se encuentra posibilitado por entidades
institucionales y sujetos que gozan de representación social, quienes propagan
los conocimientos culturales necesarios. Algunos de los agentes sociales más
importantes son los centros educativos y la familia,
aunque no son los únicos.
En este sentido, se hace necesario subrayar que la familia lleva a cabo la socialización por
medio de dos formas muy diferentes. Así, en primer lugar nos encontraríamos la
que se da en llamar represiva o autoritaria que es la que se basa en la
autoridad del adulto, los premios de tipo material, los castigos físicos o la
comunicación de tipo unilateral.
En segundo lugar nos encontraríamos, dentro del seno familiar,
la socialización participatoria. Esta se caracteriza porque se basa en el
diálogo entre progenitores e hijos, porque las recompensas que recibe el
hijo no son materiales y porque los castigos no son físicos sino de tipo
simbólico.
Los
especialistas suelen hablar dos tipos de socialización: la primaria (cuando el niño empieza adquirir habilidades
cognitivas y sociales) y la secundaria ( que se desarrolla en
entes especializados y con una cierta especificidad, como el colegio o las fuerzas armadas).
El austriaco Sigmund Freud,
el padre del psicoanálisis, ha definido la socialización desde una perspectiva
del conflicto,
como el procedimiento que lleva a un sujeto a saber cómo debe controlar ciertos
instintos naturales (innatos) que resultan antisociales.
El
psicólogo suizo Jean Piaget,
por su parte, se basa en el egocentrismo como uno de los aspectos más
trascendentes de la condición humana, que se controla a través de los
mecanismos de la socialización.
Por
último, podemos mencionar que Robert
A. LeVine ha
distinguido tres apartados fundamentales en el proceso de socialización: la culturización,
la adquisición
del control
de los impulsos y el adiestramiento
de rol.
2.TRANSEXUAL:
La Transexualidad es un problema
de enorme trascendencia. La existencia de la persona transexual se ve
trastocada en prácticamente todos los ámbitos de la vida. Además del
sufrimiento que genera el problema en si, está el rechazo social y en muchas
ocasiones incluso familiar hacia la persona que lo padece.
En ocasiones los familiares confunden el problema con la
homosexualidad y llegan a aceptar que se trate de eso, pero rechazan por entero
que esa persona pertenezca en realidad al sexo contrario cuando ellos están
seguros de haber traído al mundo una hija, o un hijo varón. En un primer
momento se preguntan que está sucediendo y si su hijo sencillamente no
estará loco.
Este rechazo se debe en la mayor
parte de los casos a la ignorancia acerca de esta condición y a las leyendas
negras que la rodean, así como a la desconfianza en los profesionales que la
tratan, temiendo que lo hagan por hacer fortuna o que pertenezcan a alguna
especie de secta peligrosa. Otras veces el rechazo se debe simplemente a la
vergüenza, o a sentimientos de culpa o responsabilidad. Y también se dan los
casos en que los familiares dicen aceptar a la persona pero siguen utilizando
su género anatómico para dirigirse a él/ella, o de alguna forma le
hacen el vacío, algo que esta persona detecta perfectamente.
Para una persona transexual,
operada o no operada, la relación con personas que siguen hablándole en su
género biológico a pesar de conocer el problema, es totalmente
superficial y desagradable. Por eso siempre tomará distancia con ellas, se
traten de quien se traten. No puede haber actitud más desafortunada en el trato
con transexuales que el uso de su género biológico para el trato
con ellos.
Al informarse acerca del
adolescente transexual, no espere encontrar a un chico o a una chica con un
buen currículum académico -aunque evidentemente existan casos- ¿lo sería usted
si se sintiera encerrado en un cuerpo del género contrario al suyo?. Su problema
traerá consigo la desmotivación y desconcentración lógica, así como la falta de
tranquilidad necesaria para el estudiante. Si a esto sumamos la lucha interna
por huir del enorme peso que supone la realidad, una y otra cosa desembocan con
casi total seguridad en el fracaso escolar si no en cosas peores.
La adolescencia es una de las
etapas más difíciles en la vida de una persona. Para los transexuales, como
para todo el mundo, esa etapa supone descubrirse a sí mismos, pero con una
diferencia: ellos descubren que están atrapados en un cuerpo que no les
corresponde según su género psicológico. El joven transexual descubre que sus
senos crecen, aparece el período y sus órganos genitales no dejan lugar a
dudas: es una mujer “¿qué me pasa?”. La joven transexual descubre como poco a
poco el vello hace aparición por su rostro, la voz ha cambiado como la de sus
hermanos varones y cada vez que mira sus genitales le resulta evidente que es
un hombre “pero en mi interior soy una mujer”.
Durante la adolescencia además
comienza la atracción sexual hacia las personas del otro género, esto es muy
penoso para el transexual ya que no puede aspirar a que el sexo contrario se
fije en él -o ella- como lo que realmente es. Esta circunstancia les ocasiona
vergüenza, frustración, desolación, malestar, amargura.
La reacción ante cualquier problema
depende de cada persona, unos pueden reaccionar aislándose, otros haciéndose
rebeldes, pero el denominador común de las personas transexuales es el saber a
ciencia cierta que si lo mencionan serán juzgados, así que ocultaran su
problema durante todo el tiempo que les sea posible a fin de protegerse.
La soledad acompaña al transexual durante todas las etapas de su vida: él solo
debe descubrir lo que le pasa, él solo debe asumir las repercusiones de su
problema, él solo debe tomar la decisión de qué hacer con su vida, él solo debe
explicarse, protegerse y defenderse.
El adulto transexual, ha aprendido que
es distinto y que su diferencia está mal vista. Llegado ya a este momento de su
vida tiene muy afectada la autoestima y además probablemente padezca de
depresión aunque sea leve. Su vida transcurre con creciente desesperanza,
frustración y sensación de fracaso. Se siente solo, encerrado en su propio
cuerpo y responsable del dolor que su rareza pueda ocasionar a todos los que le
rodean. Con toda seguridad ya ha acudido al psiquiatra, que en muchas ocasiones
–hoy en día ya cada vez menos- intentará hacerle cambiar su convicción. La
constante incomprensión con la que se encuentra una y otra vez van sumiéndole
en la impresión de que su destino está relacionado con la desdicha y comienza a
padecer anhedonia, ya no es capaz de disfrutar de las cosas hermosas que se
presentan en su vida. Un proyecto de familia o el matrimonio son para él -o
ella- quimeras, sueños inalcanzables, a no ser que lo hagan con una persona de
su propio sexo psicológico, lo cual a todas luces es algo impensable –excepto
para los homosexuales, lo que no es el tema aquí-.
Las consecuencias sociales y laborales
no precisan ser mencionadas porque de sobra son conocidas por todos: la
marginación y el rechazo son la tónica general a la hora de buscar trabajo, ya
que su aspecto suscita desconfianza o miedo. A esto debemos añadir que el
transexual que ha realizado el cambio a veces pierde el apoyo familiar, con lo
cual se encuentra en la calle, sin techo y sin trabajo, abocado al mundo de la
marginación (alcohol, drogas, prostitución).
3.- MASCULINIDAD:
Se entiende por «masculinidades» a
un conjunto de construcciones culturales a través de la historia, por las
cuales se les asignan a los varones ciertos roles sociales propios de su
género. Desde esta perspectiva se le asignan, también, otras características a
las mujeres, las cuales quedan sometidas a la hegemonía del hombre. El problema
más importante al respecto es el encubrimiento de estas relaciones de poder en
las cuales se establecen relaciones de subordinación de los varones hacia las
mujeres. La toma de conciencia de esta masculinidad hegemónica permite
visibilizar la opresión que ejerce sobre otros géneros sexuales, además de
habilitar la posibilidad de pensar y vivir una masculinidad libre y plural.
«El trabajo de análisis de la masculinidad llamada hegemónica, comienza
en el descubrimiento de que en primer lugar si a las mujeres les asignan una
serie de roles de forma más o menos homogénea y universal, también a los
hombres, desde el mismo proceso de socialización sexista nos inculcan otros
valores con los mismos o diferentes procesos en todos los rincones del
planeta.»
Dentro de los «roles» característicos
que se les asigna a la masculinidad hegemónica se encuentran: virilidad,
caballerosidad, superioridad, fortaleza, temple, competición, entre otros. Esto
lleva a una división social del
trabajo desigual donde el varón tiene un lugar en el mundo asociada a la fuerza
de trabajo y la mujer al de la reproducción. Esto lleva a
ocultar el lugar de la mujer como sujeto de reproducción de las fuerzas de trabajos
y como tal, pieza clave en la reproducción de las desigualdades creadas a partir del dominio de los varones
en el sistema capitalista.
Las paredes hablan
«Nuestra perspectiva sostenía que cuando las
mujeres luchan por el salario para el trabajo doméstico, luchan también contra
ese trabajo, en la medida en que el trabajo doméstico puede continuar como tal
siempre y cuando no sea pagado. Es como la esclavitud. El pedido de salario
doméstico desnaturaliza la esclavitud femenina. Entonces el salario no es el
objetivo final, pero es un instrumento, una estrategia, para lograr un cambio
en las relaciones de poder entre mujeres y capital. El objetivo de nuestra
lucha era convertir una actividad esclavizarte, explotadora, que estaba
naturalizada por su carácter de no ser paga, en un trabajo socialmente reconocido; era
subvertir una división sexual del trabajo basada en el poder del salario
masculino para mandar sobre el trabajo reproductivo de las mujeres, lo que en
Calibán y la Bruja llamo el patriarcado del salario. Al mismo tiempo
proponíamos poder trascender toda la culpabilizarían que generaba que sea
considerado siempre como una obligación femenina, como una vocación femenina.»
Esta crítica a las relaciones
de poder a permitido un empoderamiento por parte de las mujeres,
donde tanto sus voces y sus derechos comienzan a ser reconocidas a partir de la
organizaciones de mujeres que reclaman derechos negados históricamente y que se
erige como otras miradas posibles sobre el mundo y las relaciones de
producción, incluso a punto de hacer una crítica integral al sistema económico
actual. Desde estas perspectivas feministas,
las mujeres buscan construir otros mundos posibles a partir de la
transformación de la realidad. La problematización de los roles sociales y la
emergencia de nuevos valores entorno a las mujeres y la emergencia social de
nuevas identidades sexuales, han puesto a los típicos
estereotipos masculinos en crisis.
4.- PREOCUPACIÓN:
La preocupación, se puede definir como una anticipación de algo que creemos que puede suceder en el futuro. Normalmente las cosas no suceden como las pensamos, es muy difícil poder prever lo que puede acontecer, de una manera exacta y precisa, por lo que la preocupación no tiene realmente un sentido positivo y real.
Por otra parte, cuando se experimenta una preocupación es sobre algo que pensamos nos va a afectar de alguna forma, es decir, tememos al futuro. Lo cual en ningún momento nos ayuda a sentirnos mejor, por eso es mejor aprender a eliminar las preocupaciones de nuestra vida.
Como se dice: en lugar de preocuparte, ¡ocúpate!, es mucho mejor actuar, hacer algo en lugar de estar angustiados o temerosos por lo que pensamos nos puede suceder.
Las preocupaciones son tan dañinas que incluso pueden enfermar a quienes las sufren, debilitan al organismo, transforman negativamente la realidad, desestabilizan las emociones y nublan los procesos pensantes.
Quienes sufren de preocupaciones, se puede decir que es como si estuvieran enfermos, por lo que necesitan rápidamente salir de esa actitud mental negativa, es difícil, pero sí se puede.
De nosotros depende querer salir adelante de una situación preocupante, lo primero que podemos hacer es preguntarnos: ¿qué es lo peor que me puede pasar? al responder esta interrogante nos preparamos ante cualquier situación por más difícil que sea.
Después aprender a aceptar lo que suceda, de esta manera dejamos de luchar en contra de la realidad, y comenzamos a tranquilizarnos; posteriormente iniciar un plan de acción para mejorar lo existente.
Todo esto acompañado de la armonía con lo espiritual o divino, que es lo que nos puede sostener en esos momentos muy difíciles que a veces tenemos que enfrentar.
"A continuación revisemos algunas reglas generales sobre la
manera de eliminar las preocupaciones:
1. Mantenernos ocupados con alguna
actividad constructiva.
2. No darle demasiada
importancia a las cosas.
3. Aceptar la realidad,
cooperar con aquello que es inevitable, siguiendo el camino de la no
resistencia.
4. Cultivar una afición, hacer
ejercicio físico.
5. Cambiar la alimentación,
ayunar.
6. Dormir bien, practicar el
relajamiento.
7. Buscar la armonía con la
naturaleza.
8. Cultivar la espiritualidad
mediante la oración y la meditación".
5.- HETEROSEXUAL:
Heterosexual es aquello
perteneciente o relativo a la heterosexualidad. Este término hace referencia a
la relación erótica entre individuos de diferente sexo. La heterosexualidad,
por lo tanto, es lo contrario a la homosexualidad (relaciones eróticas entre
individuos de un mismo sexo) y se diferencia de la bisexualidad (relaciones
eróticas con individuos de ambos sexos).
La heterosexualidad es una
orientación sexual caracterizase por el deseo y la atracción hacia personas del
sexo opuesto. Un hombre heterosexual se siente atraído por las mujeres,
mientras que una mujer heterosexual siente atracción por los hombres.
Existe un amplio debate sobre la
condición genética o social de la orientación sexual. Hay quienes creen que los
individuos nacen heterosexuales u homosexuales y que su deseo obedece a un
patrón genético. Otras personas sostienen que la inclinación sexual es producto
de la libre elección del individuo.
En el caso de los seres humanos,
la reproducción sólo es posible mediante relaciones heterosexuales (a
diferencia de otras especies cuyos individuos son hermafroditas). La
subsistencia humana, por lo tanto, requiere de la heterosexualidad y es el
principal argumento de quienes hablan de la anti naturalidad de la
homosexualidad. La lógica indica que si todos los humanos fueran homosexuales,
no se producirían las relaciones sexuales necesarias para que la especie se
reproduzca.
Se conoce como heteroaliados a
los sujetos que, si bien son heterosexuales, defienden los derechos civiles de
los homosexuales y promueven la igualdad de género.
Cabe destacar que la noción de
heterosexual también queda delimitada por qué es lo que se considera como acto
sexual.
6.- VIOLENCIA:
Violencia implica una
interrogación filosófica sobre la condición humana. Parecería que es imposible
llegar a una y única respuesta que de cuenta en toda magnitud de este fenómeno.
Se busca su origen desde varias
disciplinas y es un hecho que no puede analizarse en forma lineal; se da en lo
político, lo social, lo familiar, lo escolar; en lo deportivo, en todos los
ámbitos, donde el espíritu humano se despliega, aparece como componente
colateral la violencia.
Puede caracterizarse como la
transgresión por lo menos de uno o dos derechos humanos fundamentales:
El
derecho a determinar que hacemos con nuestro cuerpo y que se hace con él.
el derecho a tomar nuestras
propias decisiones y afrontar las consecuencias de nuestros propios actos.
¿Qué es la violencia?
Es el resultado de los reiterados
estímulos - enseñanzas con contenidos violentos, impuestos en el hogar, en la
escuela, y en la sociedad, obligando al modificar naturalmente al cerebro y a
todo el organismo, para el almacenamiento de dichos contenidos como memorias
patológicas.
El libre ejercicio de
pensar, desde tales memorias, conduce a comportamientos inadecuados contra el
ambiente, las plantas, los animales, las personas, los objetos, y contra el
propio individuo.
La
formación de memorias para los comportamientos agresivos - violentos requiere
de mínimas condiciones cognitivas, por la intensidad y duración de los
estímulos que las generan y el importante compromiso afectivo que las
involucra, al desaparecer dichos estímulos.
7.- FEMINIDAD:
La feminidad es definida como las
cualidades o atributos que poseen las
mujeres en una proporción general y circunscripta a una cultura determinada. La
feminidad es una conceptulización que refiere a valores, caracteres y conductas
sea aprendidas o origen exclusivamente biológico. La feminidad puede entenderse
también como a un "ideal de feminidad" y éste
ideal alude a un modelo femenino que está sublimado en la medida de lo
deseable. La feminidad en éste sentido es todo aquellas conductas y atributos
que están sujetas al rol tradicional de la mujer, donde la feminidad aglutina a
la comprensión, la debilidad y vulnerabilidad, la muestra de afecto, la
educación y los cuidados de la descendencia, etc.
La feminidad con las
valoraciones menciondas refieren históricamente a mandatos donde las mujeres
son pasibles de una presión social enorme para adecuarse a los mismos y de cara
la sociedad. No obstante ello se puede describir a la feminidad de manera
positiva y neutral si tomamos las nuevas concepciones integradoras de los
últimos años. La feminidad es en definitiva un concepto ya no excluyente para
definir a una mujer, sino que la trasciende, sucediendo lo mismo con la
masculinidad
8.- RELIGIÓN:
¿Qué es
la religión?
La religión es el resultado del esfuerzo del ser humano por
contactar con el "el más allá".
La experiencia religiosa proporciona explicaciones globales e interpretaciones
acerca del mundo. Las religiones tradicionales se basan en un intensa ceremonia
de intercambio de los vivos con sus ancestros y a su vez con el mundo
espiritual que les rodea.
La gran mayoría de religiones creen que el mundo y la humanidad
fueron creados por una fuerza o ser superior. En las religiones monoteístas
(religiones que creen en un solo ente creador), dios está considerado por
unanimidad como el padre, consejero y preservador del mundo. Dentro de las
politeístas (religiones que creen en más de una deidad), hay habitualmente un
dios responsable de la creación. Las interpretaciones simbólicas y
literarias que se le pueden dar a las historias acerca de la creación han
sido motivo de disputa entre los seguidores religiosos. Sin embargo todos
rechazan la idea de que el origen de la vida fue una "mera coincidencia".
La experiencia básica y fundamental de todas las religiones es
la "transcendencia" del
mundo material al espiritual. El concepto de un mundo en el "más
allá"
es percibir en unas bases personales y con relación a un dios/es. La existencia
del mundo y del ser humano se plantea como parte de un plan con un propósito.
Sentimiento religioso y culto
El sentimiento religioso es conflictivo: un ser divino crea y
controla el mundo, por lo tanto el individuo gana una sensación de confort a
través de la veneración. Sin embargo, los devotos también se sienten
"atemorizados"
por este ser omnipotente y posiblemente omnisciente. La idea del ser
todopoderoso, ejercer una presión Orwelliana sobre los devotos, ejerciendo de
esta forma un << súper
control>>
que de otra forma sería imposible conseguir. Los sacrificios, oraciones y
festivales de culto sirven para que la gente se sienta más cercana de este
poder divino y sentirse más protegidos y guiados. En muchas religiones, dios o
divino poder, es considerado la principal guía para la conducta ética. Por lo
tanto los sagrados mandamientos y prohibiciones van dirigidos a cada uno de los
individuos de la Tierra.
Comunidad de creyentes
Un aspecto importante en todas las religiones es la práctica en
común de la religión. Por supuesto que existen modos privados para rezar, pero
la práctica suele ser en conjunto.
Por lo general las ceremonias de culto conllevan
canciones, oraciones, danzas y rituales que garantiza la solidaridad entre los
creyentes así como también la sensación del individuo de pertenecer a un
grupo. Una gran parte de las comunidades de la antigüedad nacieron
gracias al nexo que se creaba en torno al culto o veneración a las mismas
deidades.
9.- IDENTIDAD:
La identidad, definida principalmente desde la Psicología, se
comprende como aquel núcleo del cuál se conforma el yo. Se trata de un núcleo
fijo y coherente que junto a la razón le permiten al ser humano interactuar con
otros individuos presentes en el medio.
La formación de la identidad es un proceso que comienza a
configurarse a partir de ciertas condiciones propias de la persona, presentes
desde el momento de su nacimiento, junto a ciertos hechos y experiencias
básicas. A partir de lo anterior, la identidad se forma otorgándonos una imagen
compleja sobre nosotros mismos, la que nos permite actuar en forma coherente
según lo que pensamos.
Según algunos autores, la identidad se comporta como algo
relativo, como un núcleo plástico capaz de modificarse a lo largo de la vida y
el desarrollo, lo que permitiría al ser humano tener la capacidad de comportante
de formas diferentes según el contexto en el que deba actuar.
Como es posible de intuir, el contexto sociocultural en el que
el individuo se encuentra inserto es fundamental y decisivo en la formación de
su identidad. Sin embargo, no se trata del único factor que la determina. La
identidad humana se configura a partir de la interacción con el medio y el
funcionamiento individual propio del sujeto, formándose entre ellos una tensión
dinámica que guía la configuración de la identidad hacia una dirección
determinada. Gracias a esto es posible que el ser humano sea capaz de notar,
que más allá de lo que es, forma parte de un algo mayor fuera de si mismo.
Como vemos, la formación de la identidad sólo se realiza en
función de la interacción con el medio externo, ya que en una situación de
aislamiento, las características individuales resultan absolutamente
irrelevantes y transparentes. Es sólo en relación a la interacción con los
otros significativos que las diferencias y características individuales adquieren
valor y se comportan como un aporte para la interacción social.
10.- GENERO:
El género es el conjunto de los aspectos sociales de la sexualidad, un conjunto de comportamientos y
valores (incluso estéticos) asociados de manera arbitraria, en función del sexo.
Según la Enciclopedia Británica,
la identidad de género es "una auto concepción de un
individuo como masculino o femenino, indistintamente del sexo biológico". En el
seno de las ciencias sociales, el término hace referencia a las
diferencias específicamente sociales, algunas de las cuales son los roles de género, pero también otros hechos sociales como los
valores, moral e incluso formas estéticas.
Históricamente, el feminismo postuló la existencia del género y
estudios antropológicos y sociológicos posteriores han mostrado que los roles
de género son construidos socialmente, sin poderse encontrar una base biológica
clara para muchos de esos roles.[cita requerida]Así,
se entiende que el género es una construcción social a través del cual se
asignan diferentes roles a hombres y mujeres.2 Con
respecto a la gente que se siente identificada con un sexo que no es el suyo
biológico, se dice que su identidad de género no corresponde con su cuerpo físico.
Es el caso de las personas transexuales, transgénero
Desde hace algunos años, algunos denominan género a lo que parece diferenciar la
identidad femenina de la masculina y la masculinidad; así como las múltiples características que
conllevan: comportamiento, actitud, consideración social, carácter físico etc.
En las ciencias políticas y sociales, hay
autores que ya en el siglo XX diferencian entre sexo y género; asignando lo
primero a una realidad biológica y lo segundo a una creación social. El siglo XXI comienza
con la inserción de los estudios de género en las líneas de investigación de las
universidades americanas y europeas. Algunas publicaciones de principios de
siglo XXI, como la obra de Judith Butler (El género en disputa, Deshacer el género), parecen
afirmar que el género en sí no existe; cuestionando la obra de Freud,
la Teoría querer y
el feminismo,
se pregunta hasta qué punto las conductas que diferencian a los hombres y
mujeres son biológicas o sociales. Las marcadas diferencias de género quedan
vinculadas así al machismo,
propio de sistemas y civilizaciones que son más subdesarrolladas.
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